El sector de las telecomunicaciones electrónicas es uno de los más dinámicos de la economía y de los que mayor impacto tienen en el desarrollo económico y social. Por eso constituye un sector estratégico en el ámbito europeo (Estrategia Europa 2020) y español. Asimismo es un sector sometido a una constante innovación tecnológica, que necesita de fuertes inversiones públicas y sobre todo privadas. Pero esas inversiones se vinculan al despliegue de redes de infraestructuras extensas y complejas, que puede verse condicionado por la eventual oposición y las decisiones de diferentes Administraciones públicas y particulares afectados.